lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo III : Las Pastillas


El teléfono sonó y en su cabeza retumbó como si hubiera despertado dentro de la campana de una iglesia.

Inclinada sobre el excusado y con los ojos inyectados de sangre pensó en la posibilidad de correr a atenderlo, casi pudo escuchar la respiración de Bruno en el auricular y se desesperó por limpiarse la boca.

Antes de poder incorporarse, el aparato dejó de sonar y ella con resignación pensó en restarle importancia diciéndose a sí misma : " ...si es importante volverán a llamar". 

Bruno del otro lado se debatía entre volver a marcar su número a riesgo de parecer insistente o dejar las cosas tal como estaban.

Ella terminó de cepillarse los dientes, dio una vuelta por la sala y miró de reojo el teléfono y pensó que este le devolvía una mirada de fastidio.

Se obligó a no pensar mas en el asunto y miró dentro de la heladera, se culpó por no haber tomado el helado de frutilla la noche anterior después de poner sobre su lengua las 2 pastillas que le tocaban.

"Hoy voy a tener que tomarlo"-se dijo.

De nuevo su lengua transportó las pastillas hacia algún lugar donde se convertían en algo que le hacía bien a su cerebro y destruía el resto de su cuerpo.

Rápidamente se sirvió una taza de helado y se sentó en el sillón de la sala.

Estaba saboreando la primera cucharada cuando el teléfono empezó a gritar su nombre, así al menos se lo imaginó. 

Levantó el auricular y dijo : "hol..." -y fue interrumpida. -"...su compañía telefónica le informa que ..." .

Colgó el teléfono con violencia, se levantó del sillón y ... de nuevo el teléfono...

- Hola! - dijo frunciendo el ceño.

Nadie dijo nada, y cuando estaba a punto de colgar ...

- Eh... ho..hola, yo...no sé si es buen momento... perdón si te desperté.

Todo el ruido en su cabeza cesó , sus ojos se abrieron como si con esta acción pudiera ver a su interlocutor, sintió el estómago frío y ...eso podía ser por el helado.

-         No, no , sorry , pensé que era una llamada de la compañía telefónica.
-         Jajajajaja, a mí también me ponen de mal humor. Y entonces? Qué harás hoy?
-         Lo mismo de todos los días Pinky, tratar de conquistar el mundo… persona por persona …
-         ¿Ah sí? , jajajaja , suena divertido, me ofrezco como voluntario

Bruno no pudo creer que había dicho algo así.

Luna tampoco, se hizo un silencio incómodo.

Y ella dijo : Bueno me avisas si sales, yo estaré por ahí.

-         Claro - dijo él - … oye estás ronca, qué te pasó? Te estás resfriando?
-         No, nada que ver, es mi medicación, me hizo mal de nuevo y ya sabes cómo es.
-         Uhh que jodido… oye si no podés salir hoy , yo entien…
-         No, no , esto se me pasa luego, nos vemos hoy. Ok?
-         Bueno , entonces … nos vemos.

Colgó el teléfono y no supo si tomar helado para refrescar el estómago o enfriar sus sentimientos.

“En algún lugar de mi estómago debe estar mi alma no digerida, porque estoy segura de que me la tragué”

Pensaba en esto y en su incapacidad de exteriorizar afecto por los demás: abrazos, besos, cercanía con las demás personas. Eran cosas que de solo pensarlas la ponían incómoda.

“Eleval, Kopodex, oxicodal…no recuerdo los demás” – se dijo.

Las cucharadas de helado pasaron de sólidas a líquidas entre pensamiento y pensamiento.

“Algún día este hielo también se derretirá”

Buscó una manta y se quedó dormida.

Mientras la manta abrigaba su cuerpo, ella soñó que encontraba su alma.

La encontraba entre un charco de hielo derretido adornado por pastillas anticonvulsivantes.

Su Yo incorpóreo, desafiante, dijo: "Yo ya no te pertenezco".

Y cuando quiso moverse, se vio de hielo. 

3 comentarios:

King Oso dijo...

Simplemente excelente, no sé que mas decir, solo que simplemente excelente…

JL dijo...

Bueno, bueno.

Anónimo dijo...

Bellamente honesto y honestamente bello; felicidades :)